No siempre las obras literarias dan una idea aproximada de su contenido. Sin embargo en el caso del reciente libro publicado LOS ANDENES DE LA MEMORIA, luego del generoso comentario del Académico de la Lengua DR OSVALDO MAYA CORTÉS, reproduje el poema-tesis central de la obra, y a la que agrego con el objeto de entregar un suma de dicho libro con 5 poemas.
Interesados en adquirir la obra mencionada, pueden llamar al teléfono (57)415140. Atte. El Autor.
ESCENA
Árida escarpa muralla entrada cerco mar,
llanura y tamarugal verdeventisca como en sorpresa
gargantas de hábil serranería húmedo anuncio,
alto tabique cordilleraje planicie asomada afuera;
cuatro paisajes, un solo lado
lar que no huyes Norte de Chile.
Grávida comba ternura móvil cielo inconstante
piedra en hilera extensa lava arruga estéril,
el ojo inventa el horizonte traza una línea;
tiene la pampa la misma fuerza de un desnudo
La eternidad
es el único punto cardinal en el desierto.
llanura y tamarugal verdeventisca como en sorpresa
gargantas de hábil serranería húmedo anuncio,
alto tabique cordilleraje planicie asomada afuera;
cuatro paisajes, un solo lado
lar que no huyes Norte de Chile.
Grávida comba ternura móvil cielo inconstante
piedra en hilera extensa lava arruga estéril,
el ojo inventa el horizonte traza una línea;
tiene la pampa la misma fuerza de un desnudo
La eternidad
es el único punto cardinal en el desierto.
FOTOGRAFÍA
AZULEAR
Azulear
no es humedecer con fresca llovizna
tus suaves largas y negras cejas
para entrever más transparente
este hosco paisaje;
azulear
no es volcar agua oceánica
sobre tu cuerpo
para que descifres la sal
de mis secretos;
azulear
no es aguardar en la neblina
el abrazo de tu condición más pura
a cambio de mi soledad tan terca;
azulear
es entregar un sobre azul
de azul tersura y azul tinta fresca;
es mojar el párpado
redescubriendo el desconsuelo
de la cesantía.
Azulear
es herir al hombre
entre cucharada y cucharada
de comida.
no es humedecer con fresca llovizna
tus suaves largas y negras cejas
para entrever más transparente
este hosco paisaje;
azulear
no es volcar agua oceánica
sobre tu cuerpo
para que descifres la sal
de mis secretos;
azulear
no es aguardar en la neblina
el abrazo de tu condición más pura
a cambio de mi soledad tan terca;
azulear
es entregar un sobre azul
de azul tersura y azul tinta fresca;
es mojar el párpado
redescubriendo el desconsuelo
de la cesantía.
Azulear
es herir al hombre
entre cucharada y cucharada
de comida.
AÑO TREINTA
El pan un ruiseñor ausente
en el estómago;
la calle un maltrecho ataúd
que espera;
la fatiga una ruleta que da vueltas y vueltas;
una quejumbrosa procesión de ollas
se arrastra por los patios;
al humo de las maestranzas
lo mataron
a las doce meridiano;
polea, chancadora y polipasto
mueren sin aceite en las arterias;
cierran las puertas, las ventanas
los pozos, las duras "canchas";
entre dos y treinta y cinco grados
clavetean
la miseria;
Abren el horizonte raso
al polvo y la ventisca
a la madera sin chasquido,
no hay humo; no hay bandera;
a tenderse todos: a morir
y quedarse sin más discurso
que una corona de hojalata
encomendada
o huir;
Año treinta
Crisis
Hambre.
en el estómago;
la calle un maltrecho ataúd
que espera;
la fatiga una ruleta que da vueltas y vueltas;
una quejumbrosa procesión de ollas
se arrastra por los patios;
al humo de las maestranzas
lo mataron
a las doce meridiano;
polea, chancadora y polipasto
mueren sin aceite en las arterias;
cierran las puertas, las ventanas
los pozos, las duras "canchas";
entre dos y treinta y cinco grados
clavetean
la miseria;
Abren el horizonte raso
al polvo y la ventisca
a la madera sin chasquido,
no hay humo; no hay bandera;
a tenderse todos: a morir
y quedarse sin más discurso
que una corona de hojalata
encomendada
o huir;
Año treinta
Crisis
Hambre.
UNICORNIO XXI
Lo que fue será como el advenimiento
de la locura
entre los sibaritas
que aman la lujuria de la guerra;
una zarpa al galope y no sabes donde ir
ni siquiera hacia el nadir
del sueño,
es una dolorosa batalla
entre la niebla,
alcancía negra que entreabrieron
como quien desgaja su naranja predilecta
en el paraíso
desatando plomiza marea
entre los roqueríos del averno.
Y la noche es una moneda
perdida
en medio del diluvio
que no perdona tu prematura
muerte
Corcel huído
Corcel huyendo
De su memoria:
Unicornio
de la locura
entre los sibaritas
que aman la lujuria de la guerra;
una zarpa al galope y no sabes donde ir
ni siquiera hacia el nadir
del sueño,
es una dolorosa batalla
entre la niebla,
alcancía negra que entreabrieron
como quien desgaja su naranja predilecta
en el paraíso
desatando plomiza marea
entre los roqueríos del averno.
Y la noche es una moneda
perdida
en medio del diluvio
que no perdona tu prematura
muerte
Corcel huído
Corcel huyendo
De su memoria:
Unicornio
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